Resumen del Trabajo Fin de Máster en Bioconstrucción IEB de Natalia Loreto Plaza López, alumna de la 17ª Edición
Dada la actual crisis ambiental, necesitamos de modo urgente mejoras que hagan nuestra vida consecuente con su entorno. Desde la mirada de la Bioconstrucción, que consideramos como una tercera piel, pusimos en marcha la investigación y desarrollo de un prototipo de aislamiento natural con baja huella, altas prestaciones, de ciclo de vida cerrado, ya existente con certificaciones y novedosos para el continente europeo.
Este material se compone de la germinación hidropónica de brotes de cereal, estos se entrelazan entre sí generando una auto estructuración o radiculación parecido a un acolchado. El formato se obtiene a través de un molde tipo bandeja donde se desarrollan según tamaños y grosores deseados.
Es considerado un material sustentable, reciclable, cero residuos, carbono neutro y además evita el uso de recursos no renovables. Durante su producción absorbe CO2 (carbono negativo) y permite un aproximado de un 80% de ahorro energético por climatización. Además de ser apto para las distintas zonas térmicas y los más exigentes planes de descontaminación ambiental.
Para el crecimiento es necesaria la oscuridad, hidratación y un sustrato que absorba el agua. En tan sólo una estimación de aproximadamente dos semanas el objeto está listo para su distribución e instalación. Este tiempo estimado se divide en unos primeros 10 días entre sembrado y germinación que luego una vez formado el colchón radicular los objetos se mueven a otro proceso: el de secado o desnaturalización a través de un simple método de ventilación cruzada dentro de un invernadero. Durante la temporada de invierno puede llegar a tardar 10 días, mientras que en temporada estival se lleva a cabo en sólo 2 días. Está claro que influye la estación de año, geografía y la cantidad de humedad del ambiente que son variables a tomar en cuenta a la hora de proyectar el tiempo para un producto final.
Sin embargo, una fábrica de este material consume menos que un hogar común, obteniendo parámetros energéticos de muy bajo consumo.
La principal materia prima son los cereales, el mejor resultado que obtuve fue con semillas de avena y cebada, ambas sin certificación ni biocidas, lo que facilita su obtención y coste.
En la península ibérica dónde mejor se da es en el interior (la “España vaciada”): extensos territorios de secano, donde el grano de cereal crece de gran calidad natural. Hay que tener en cuenta que este tipo de semillas son tremendamente resistentes por lo que prácticamente está presente en la gran mayoría de territorios del mundo. Se suma a su capacidad de almacenaje, inclemencias y tiempos, por lo general hasta dos años de efectividad en la germinación. Ha conquistado la mayoría de los nichos ecológicos del planeta, desde las zonas desérticas hasta los ecosistemas de agua salada, y desde las zonas deprimidas e inundables hasta los sistemas montañosos más altos. Esta incomparable capacidad de adaptación está sustentada en una enorme diversidad morfológica, fisiológica y reproductiva y en varias asociaciones mutuas con otros organismos, que convierten a las gramíneas en una fascinante familia, no solo por su importancia económica, sino también por su relevancia biológica.
Por su gran cantidad de nutrientes al comienzo en forma de colchón radicular se ha utilizando como alternativa para regenerar el suelo erosionado por incendio o abuso de biocidas, suelos con problemas de nutrientes, suelos inestables y desertificados. Luego se descubrió que podía ser útil para la construcción y efectivamente se han ampliado desde allí dos líneas de negocio y una tercera en la que realizan pellets efectivos también como abono y con una gran capacidad calorífica para el uso de estufas.
Actualmente, a nivel mundial se siguen ampliando líneas de negocio e investigación para novedosos usos en áreas de alimentación, farmacia y cosmética. También existen otros proyectos interesantes y artísticos usando la misma generatriz del biomaterial para un uso textil en la moda, joyería y objetos de decoración interior como esculturas u objetos prácticos para el hogar: lámparas o mamparas.
Esta claro que a partir de ahora podemos decir que se pueden sembrar soluciones compatibles con todo lo que nos rodea; sólo falta enraizar.