Resumen del Trabajo Fin de Máster en Bioconstrucción IEB de Teresa Carrera, alumna de la 17ª edición.
Inteligencia artificial, neuroarquitectura, industrialización o blockchain son conceptos que invaden la arquitectura en nuestros tiempos. Resulta fácil pensar que son contrarios a la filosofía de la bioconstrucción, a una manera de construir en la que es importante la consciencia, la salud, los plazos, la sostenibilidad.
En la dicotomía bioconstrucción y neuroarquitectura, existe un camino de conciliación en el que las herramientas aportadas por los avances neurocientíficos mejoren la arquitectura en lo relativo a lo emocional, salud física, mental y psicológica.
La neuroarquitectura, supone una gran revolución en el último siglo del diseño arquitectónico, porque permite realizar ensayos de un edificio en su fase proyectual (con realidad virtual inmersiva, simulando espacios de manera muy cercana a la experiencia vivencial). Además, posibilita analizar el impacto de un edificio gracias a registros neurofisiológicos (Electroencefalogramas, eyetracking, facial coding, electrocardiogramas, actividad electrodérmica, encuestas, etc).
Evaluar un proyecto amplía las personas participantes en su diseño: usuarios/as y equipos multidisciplinares (profesionales de la arquitectura, ingeniería, biología medicina, biomedicina, neurociencia, biotecnología, psicología, educación, pedagogía…).
Los avances en el conocimiento del cerebro y del sistema nervioso humano han concedido protagonismo al impacto que causa un entorno en las emociones y en el impulso en acciones individuales y/o colectivas.
Algunos descubrimientos neurocientíficos decisivos en las últimas décadas:
-La neuroplasticidad; capacidad de establecer conexiones neuronales y relacionada directamente con la neurogénesis. Es entrenable por estímulos diversos y nuevos, puesto que nuestro cerebro se aburre en lugares asépticos y monótonos.
-La neurodiversidad ha puesto de relieve que edades, colectivos, culturas o discapacidades, tienen necesidades y respuestas neuronales diferentes en un entorno.
-Las neuronas espejo, denominadas neuronas de la empatía, plantean la importancia de espacios compartidos puesto que una experiencia observada se llega a vivir como propia.
-Las neuronas grid, que recrean en el cerebro un mapa a escala adaptado a la geometría real, afinan la capacidad de adaptación y orientación espacial.
-Los neurotransmisores tienen gran importancia en nuestro el estado emocional y anímico. La melatonina, cortisol, dopamina, serotonina se pueden generar o regular por la interacción con un espacio.
-La percepción y la propiocepción. Los sentidos externos tienen una importancia relativa en la percepción espacial, puesto que mayoritariamente la respuesta proviene del estado interno.
¿Cómo la neuroarquitectura avala científicamente la bioconstrucción?
Recientemente, se ha descubierto que la toma decisiones es básicamente emocional, y no racional. Pero las emociones pueden verse atenuadas cuando el lóbulo prefrontal reduce su actividadpara llegar a estados de calma que permiten equilibrar decisiones y reacciones.
La neurociencia avanza imparable y numerosos estudios recientes han apoyado implícitamente algunos de los aspectos postulados por la bioconstrucción:
- Los materiales naturales: la tierra con su efecto neuromodulador, madera que contribuye claramente a reducir el estrés, etc.
- Los sonidos: el efecto sónico es único en cada edificio. En neuroarquitectura se incluyen terapias sónicas como sonidos binaurales o silencio como restaurador neuronal, y se estudia el impacto negativo del ruido excesivo y prolongado.
- La luz: la luz natural es reguladora del ritmo circadiano gracias a las neuronas fotosensibles, mejorando el descanso o la activación intelectual a primera hora del día.
- La naturaleza: la biofilia basada en la interconexión entre seres vivos, la teoría de la restauración de la atención a través del contacto diario con espacios naturales, comprobada recientemente, o la incorporación de aromaterapia, biomimetismo en diseños.
- La geometría, las formas, colores y movimientos. Ampliamente estudiados por su impacto según la neuroestética, son la base de una arquitecturaacorde a las necesidades emocionales, respondiendo a la búsqueda de belleza de nuestro cerebro liberando serotonina o dopamina.
En conclusión la neuroarquitectura, aun comportando cierto riesgo de generar una disciplina algorítmica, paramétrica y deshumanizada, proporciona herramientas a incorporar que son una oportunidad única para aportar precisión, prestigio científico y actualización a la bioconstucción; ampliando su target más allá del perfil alternativo que suele ocupar.
Bibliografía:
Libros
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