Un horno solar se puede construir fácilmente por tres euros con una caja de cartón, forrada de paredes aislantes y una tapa de cristal. Con el poder calorífico de los rayos de sol que pasan a través del cristal, la temperatura del interior alcanza los 150 grados centígrados. «A esa temperatura, cocinas lo que quieras”, asegura y demuestra Juan Bello en cada uno de sus talleres sobre cocinas y hornos solares.

«Si con una caja de cartón es posible alcanzar los 150 ºC con el calor del sol, ¿por qué no podemos lograr en nuestra casa una temperatura constante de 20 grados todo el año?», se pregunta Juan Bello, profesor de Formación Profesional desde 1985, actualmente en la familia de Edificación y Obra Civil del CIFP Someso (A Coruña), técnico especialista en Delineación Industrial, arquitecto técnico y máster en Gestión Medio Ambiental. “Ahora ya no es sólo por cuidar el medio ambiente, es para no tener que pagar gas o electricidad durante los 200 días al año que puedo cocinar con sol en Galicia, ¿cómo no lo voy a hacer?», prosigue Bello.

¿Por qué no entonces hacerlo con nuestros hogares? ¿Por qué no llevar esta idea a cada una de nuestras acciones rutinarias? La bioconstrucción está en la arquitectura, pero también está en la gastronomía, en la peluquería o en el taller de coches.

España cuenta con una media de aproximadamente 2.500 horas de sol anuales. Dependiendo de la zona geográfica, las áreas situadas en el norte no alcanzan los valores medios y algunas zonas del sur superan las 3.000 horas anuales. Nuestro país es uno de los más soleados de Europa, con alrededor de 300 días de sol al año. Por este motivo, se trata de un lugar privilegiado para aprovechar la energía solar de la forma más rentable.

Para cocinar no hace falta pagar electricidad, ni butano y para hacer una barbacoa, tampoco hay que quemar leña o carbón. Sólo es necesario un terreno al aire libre y un buen día de sol. Preparar la comida sin consumir energía no renovable es posible si contamos con un día despejado de sol y una sencilla cocina u horno solar. Además del ahorro económico, no contamina el medio ambiente porque utilizamos una energía limpia y procedente de fuentes naturales con capacidad de renovación.

Lejos de ver este sistema como algo obsoleto, cocinar con el sol es fácil. Sólo hace falta contar con una zona de la casa que reciba el sol de forma directa al menos durante las horas centrales del día.

Las cocinas solares parabólicas de mayor tamaño o las portátiles son el único equipo que necesitas junto con recipientes oscuros, sin acabado brillante y totalmente metálicos ya que estos absorben mejor la radiación solar y la convierten en el calor necesario para cocinar. Cualquier receta es posible con una cocina solar y aunque existen algunos factores que pueden variar el tiempo de preparación, en general, los minutos empleados serán muy similares a la cocina convencional.

Se trata de una de las formas más sostenibles, seguras y limpias de cocinar y su utilización puede transformarse en algo divertido para hacer con la familia y amistades y educativo durante la niñez, aunque no solo durante esa etapa.

Todas estas son las ventajas de utilizar un horno o cocina solar:

  1. Energía gratuita del sol
  2. No contamina el medio ambiente
  3. La infraestructura es de bajo coste
  4. No emite humo y es más seguro evitando el riesgo de incendios o inhalación de contaminantes
  5. Fácil funcionamiento
  6. Cocina a fuego lento (slowfood)
  7. Se puede cocinar en cualquier lugar, sin necesidad de electricidad

Juan Bello es promotor y coordinador de actividades de bioconstrucción en el ámbito docente. Realiza jornadas formativas, actividades internacionales y proyectos de innovación, etc. Es ponente sobre bioconstrucción y didáctica de la energía solar para centros de formación de profesorado, universidades, entidades profesionales y otras. En 2004, consiguió el Premio Innovación Educativa en Energías Renovables en Galicia.

Escucha aquí el webinar “De las cocinas solares a la bioconstrucción”  con Juan Bello.

 

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