Una crónica del Encuentro IEB celebrado en Avià (Barcelona), 12 y 13 de junio de 2021, firmada por Ariadna Serrano, arquitecta y alumna del Máster en Bioconstrucción IEB
Entre montañas, días soleados y rodeados de personas conscientes y estupendas ha estado el lugar designado para el Encuentro Anual del IEB 2021. Gracias a Firhàbitat, la primera feria de bioconstrucción y eficiencia energética en Avià, organizada por los exalumnos David Casas, Edu Llop y Jordi Pons, todos los asistentes tuvimos la oportunidad de conocer y tejer redes hacia una construcción más respetuosa con el medio ambiente.
Durante 3 días, el equipo de Firhàbitat con el soporte del Ayuntamiento de Avià, nos acogió a las ediciones 21, 22 y 23 del Máster en sus instalaciones para desarrollar el programa del IEB. Así mismo destacar ya de buenas a primeras a los cocineros que nos sirvieron las comidas conjuntas en toda la estancia.
El viernes 11 de junio a las 9:00 con los nervios a flor de piel arrancamos con el examen de la 22 y 23 edición. Los nervios y la timidez se desvanecieron durante la mañana cuando todas las ediciones, junto a nuestros tutores Silvia de Santos, Sonia Hernández-Montaño y Miguel Martínez de Morentin, hicimos una dinámica de intercambio para ponernos cara, conocernos y ubicarnos dentro del mapa; aquí sí que empezó todo.
Iniciamos la tarde con de Silvia de Santos con un taller de iluminación artificial. Con una pasión que se percibe en el aire y con múltiples aparatitos y muestras de lámparas y luminarias pusimos en práctica todo lo aprendido. Después, de la mano de Miguel Martínez de Morentin, nos organizamos por grupos y juntos por fin pudimos palpar todos aquellos materiales que pasaron por nuestros apuntes del Máster, repasando entre todos sus características y propiedades hasta el anochecer.
El sábado a las 9:00 de la mañana volvíamos a estar presentes junto a Petra Jebens-Zirkel, presidenta del IEB, para darnos la bienvenida y conocernos brevemente, junto a la reflexión “Viaje al fin de la Bioconstrucción” con Inhar Agirrezabal. Inhar nos hizo reflexionar sobre quién es la oveja negro dentro de la construcción actual y qué nombre debería realmente definir nuestro objetivo en la bioconstrucción.
Hacia el mediodía algunos de los exalumnos presentaron trabajos propios que dieron lugar a pequeños debates. Cada uno de ellos nos adentró un poco más en algunas de las muchas puertas que se nos abren en la bioconstrucción. Destacar los trabajos de Miren Mendiboure con “Viviendas mínimas adaptadas a personas SQM” y el de Jordi Pons con “Adaptación de una oficina para personas electrohipersensibles EHS” para dar respuesta a una enfermedad que está en auge. También destacar el trabajo de Luisa Possobom con “Bambú como material bioconstructivo”, para enseñarnos una técnica con mucho valor muy poco practicada en nuestro entorno.
Por la tarde y a pleno sol nos dirigimos hacia Barcelona todos juntos en autobús para visitar el edificio Cirerers a cargo de la Cooperativa Celobert. Se trataba de un edificio en construcción de madera con 32 viviendas en cesión de uso que nos proporcionó mil cuestiones a debatir durante la visita. Fue totalmente una muestra en directo de aprendizaje de otras maneras de organizarse para habitar. Volvimos directos para la cena. ¡Y qué cena! Alegría, cantos, anécdotas, proyectos de futuro, allí ya formamos una cena de familia.
El domingo, nuestro último día, pudimos disfrutar de un ciclo de talleres simultáneos: la percepción psicológica de una vivienda, con Sonia Hernández-Montaño; geometría natural, con Assum Vilaseca y Carles Labèrnia; y una visita guiada por las empresas expositoras de Firhàbitat con los organizadores de la feria.
Personalmente empecé por el taller de geometría natural a primera hora. Assum y Carles nos adentraron a la magia y poder de integrar el cosmos en la tierra a través de la geometría, dibujando en el suelo el rectángulo solar de Avià y percibiendo su energía en nuestros cuerpos al estar dentro de él. Una experiencia totalmente nueva y emocionante para mí y muchos.
Todo seguido acudí al taller de psicología de una vivienda, un taller tipo mesa redonda donde Sonia nos invitaba a reflexionar sobre cuestiones súper interesantes que no me había planteado antes. Nos marchamos con ganas de observar mejor y poner en práctica algunos consejillos para ver cómo nuestro alrededor puede cambiar nuestro interior.
Para finalizar el encuentro hicimos nuestra última comida conjunta con una buena paella y con un sentimiento agridulce, reventados y haciendo planes para volvernos a ver y que aquello no acabara en un solo fin de semana.
En resumen, fue un espectacular fin de semana, con el descubrimiento de muchas personas afines y mucha información que almacenar y poner en práctica. Felicitar a todo el equipo del IEB y el equipo de Firhàbitat por acogernos y darnos el placer de disfrutar de un encuentro maravilloso.