Fuente: Institut für Baubiologie und Nachhaltigkeit IBN y artículo original en la revista Baubiologie Magazin
Durante las reformas o rehabilitaciones, el hábitat de los animales que anidan en los edificios se ve a menudo amenazado o incluso destruido. Sin embargo, esto puede contrarrestarse con una planificación consciente. Existen una serie de soluciones estructurales mediante la colocación de cajas nido que protegen la nidificación de las especies durante las rehabilitaciones.
Como solución para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en el sector de la construcción, es necesario seguir mejorando las condiciones térmicas en las nuevas construcciones y en las rehabilitaciones. En especial, hay que seguir aumentando las actuaciones en rehabilitación energética, ya que éstas, en la mayoría de las veces, afectan al aislamiento térmico de las fachadas o las cubiertas. Debido al desconocimiento, a veces imperante, de los lugares de anidación existentes en los edificios, los hábitats de los animales pueden verse amenazados. En particular, las poblaciones de animales que vuelven a los mismos lugares de anidación cada año se ven gravemente perjudicadas y sus poblaciones siguen disminuyendo. Sin embargo, esto puede contrarrestarse mediante una planificación consciente. En las rehabilitaciones, la protección de las especies es, al menos, tan importante como la protección térmica, sin ser una contradicción.
Rehabilitación energética de fachadas
Una solución sencilla para integrar lugares de anidación en las fachadas son las cajas nido que se pueden instalar en un sistema de aislamiento térmico exterior (SATE). Sin embargo, este producto sólo debe instalarse en las paredes exteriores que cierran espacios interiores no calefactados, como en la zona del hastial de un ático sin calefactar o en las paredes exteriores de una escalera sin calefacción, ya que las secciones suelen tener malas propiedades aislantes. Por lo tanto, debe colocarse un aislamiento mínimo de 6 cm alrededor de los nidos para reducir el efecto de puente térmico.
Fig. 1: El espesor mínimo del aislamiento de las cajas nido debe ser de 6 cm
Renovaciones de tejados y rehabilitaciones
Las rehabilitaciones y las reformas de tejados se llevan a cabo con mucha frecuencia. El motivo no es sólo el gran potencial de ahorro de energía, sino también la creación de más espacio habitable, que tiene una gran demanda, especialmente en ciudades como Viena. Sin embargo, los espacios bajo cubierta y los aleros suelen ser utilizados por los animales para anidar. Para reducir la pérdida de calor, todos los elementos exteriores están bien aislados y todas las fugas y los orificios están sellados. Sin embargo, estas fugas pueden servir de huecos para los animales y, por tanto, no deben sellarse, por lo que crear la estanqueidad necesaria en el curso de las medidas de rehabilitación es un reto. Esto se puede remediar aislando el forjado del techo de la última planta, con lo que no hay que modificar la estructura del tejado y se conserva el hábitat original de los animales. Los materiales utilizados no deben ser tóxicos ni peligrosos para los animales. Los trabajos de construcción deben realizarse en un momento en el que los animales estén en sus refugios de invierno y no sean molestados.
En el caso de una renovación del tejado, aislar el forjado del techo de la última planta lógicamente no es lo más adecuado. Para hacer posible una renovación que proteja a las especies en estos casos, tiene sentido situar los lugares de nidificación en la zona del encuentro del alero con el muro. Para ello, se integran cajas nido en las paredes del alero. Hay que tener en cuenta que las cajas de anidación suelen absorber las fuerzas estáticas. Además, hay que procurar evitar los puentes térmicos en la zona de los lugares de anidamiento. Por este motivo, se instala un aislamiento térmico adicional en la zona de la articulación. Dependiendo de la especie de ave, se instalará un revestimiento en la zona del alero. El estrecho hueco resultante protege a las crías de las rapaces más grandes, pero también impide que las palomas urbanas se reproduzcan en las cajas nido. [3]
Fig. 2: Caja nido en la zona del alero
Para evitar la colocación de las cajas nido directamente en el plano del aislamiento, también pueden fijarse en el borde. Esta es la solución óptima para los animales si se prefiere un saliente en el tejado. La base del nido se fija a la mampostería existente con la ayuda de una madera escuadrada para que las cajas nido puedan soportar estáticamente el peso de las aves. Para evitar las pérdidas de aislamiento térmico, la zona de las cajas nido situada por encima de la base del nido se rellena posteriormente con aislamiento térmico. Para evitar problemas de humedad en el aislamiento, debe instalarse una banda de sellado debajo de las cajas nido.
Fig. 3: Caja nido en la zona del saliente lateral
Sin embargo, si los animales afectados se alojan principalmente en el desván, en el espacio bajo cubierta, es difícil encontrar una solución para su rehabilitación. Esto puede solucionarse reemplazando los dormideros en los edificios vecinos, si la autoridad lo aprueba y el vecindario está de acuerdo
Nidos para vencejos
Como habitantes originales de las paredes rocosas, los vencejos crían principalmente en edificios altos, a una altura de seis metros o más. Cuando las temperaturas son demasiado elevadas, los polluelos abandonan los nidos en vuelo, por lo que los lugares de anidación deben estar protegidos del sol. Se reproducen principalmente en el ático y dentro de la estructura del tejado o en las cavidades de los aleros.
Los vencejos se sienten más cómodos en las cajas de los aleros o en los áticos. Las aberturas de entrada a los nidos deben tener de 4,5 a 6 cm de altura y de 10 a 40 cm de ancho. Las cajas nido para vencejos deben tener una superficie de base de 25 por 35 cm y una altura de 12 cm. Como a los vencejos les gusta criar en colonias, se recomienda instalar varios lugares de anidación juntos. Sin embargo, se debe mantenerse una distancia de al menos 50 m entre los distintos orificios de entrada. Según el tipo y el tamaño del edificio, se recomiendan las siguientes unidades: de una a cuatro en una casa unifamiliar, de cuatro a diez en un bloque de edificios y de diez a veinte en un gran complejo, como un edificio de oficinas o una nave industrial.
Los vencejos se acercan a sus lugares de anidación desde abajo, descendiendo verticalmente unos cuatro o cinco metros al despegar. Por lo tanto, se debe dar la máxima prioridad a una trayectoria de aproximación libre de obstáculos. Además, la apertura debe estar a una altura mínima de seis metros y no tener obstáculos.
Fig. 4: Caja nido para vencejos en la zona del alero
Caja-refugio para murciélago común o murciélago enano (Pipistrellus pipistrellus)
El murciélago común se posa principalmente en las cavidades y grietas de las fachadas, en las cavidades de los revestimientos de las fachadas y en el tejado y sus estructuras adyacentes, aunque rara vez visita éste en invierno.
Para que el murciélago pueda entrar en el refugio en forma de hendidura, debe haber un lugar de aterrizaje antideslizante debajo o al lado de la abertura de entrada. Dado que esta especie de murciélago desciende aproximadamente un metro cuando vuela, no debería haber ningún obstáculo en esta zona.
Existen varias cajas-refugio artificiales para instalar en los edificios, que pueden integrarse en la fachada. Suelen tener unas dimensiones de 2,5 por 20 cm y se estrechan hasta aproximadamente 1 cm en la parte superior. Para proteger al murciélago de la luz solar y el viento, las grietas deben estar selladas. Si los animales pasan demasiado calor o frío durante el día, es útil instalar refugios alternativos en fachadas con diferentes orientaciones. Existen varias opciones de refugios artificiales para murciélagos, que pueden, por ejemplo, estar integrados en fachadas ventiladas por detrás o en el sistema compuesto de aislamiento térmico exterior (SATE). Para evitar los puentes térmicos al integrarlos en el SATE, es importante mantener un aislamiento mínimo de 6 cm.
Fig. 5: Caja-refugio para murciélagos
La variante más discreta y también más rentable son las cajas de alero, que se integran en la estructura del tejado. En este caso, se prevé una cámara de aire adicional de 3 cm entre las vigas para los murciélagos.
Para evitar que el agua penetre en el aislamiento térmico, tiene sentido instalar una lámina impermeable al agua abierta a la difusión por encima y por debajo del refugio de los murciélagos.
Conclusión
Antes de cualquier reforma, es importante realizar una inspección detallada del edificio para evitar sorpresas durante el proceso de rehabilitación. La previsión expresa de colocación de cajas de anidación y posibilidades de refugio no sólo ahorra dinero, sino que también puede evitar multas elevadas o incluso la paralización de las obras por incumplimiento de las leyes de protección de especies y conservación de la naturaleza. El programa de las obras debe organizarse de manera que no se moleste a los animales. La planificación precisa de los tiempos de anidamiento tiene una alta prioridad a la hora de elaborar el calendario de construcción.
Autores:
Ines Mayer, estudiante de arquitectura en la Universidad Técnica de Viena, trabajadora autónoma en el estudio de arquitectura archistern*
Tobías Steniner, ingeniero, arquitecto y físico de la construccción en IEBO (investigación y consultoría)
Este artículo es un extracto de una tesis de licenciatura escrita en 2019 en la Universidad de Ciencias Aplicadas FH Campus Wien en el curso de licenciatura «Arquitectura – Construcción Verde», supervisado por el Instituto Austriaco de Biología y Ecología de la Edificación (IBO).
Publicado en Kitting 2021, el anuario del IBO – IBO – Österreichisches Institut für Baubiologie und -ökologie, IBO, Verlag 2021, www.ibo.at
Imagen principal: David Carpi